Fuente: acceso libre google |
La
reflexoterapia (práctica de estimular puntos "zonas de reflejo" del cuerpo, como pies y manos basada en la creencia de que éstos conectan con otros órganos del cuerpo) como técnica complementaria aporta importantes beneficios, especialmente para pacientes oncológicos. Podemos destacar su capacidad para
estimular la energía vital, mejorar la circulación sanguínea como linfática; aliviando
el dolor tanto agudo como crónico, produce una relajación muscular profunda
ayudando a favorecer y regular funciones orgánicas.
También les ayuda a disminuir su ansiedad,
alcanzando un estado de relajación profunda y aumentando su bienestar.
En niños se pueden apreciar mejorías en
aspectos físicos como emocionales, disfrutan de la terapia, e incluso la
encuentran divertida. Para niños o adolescentes que pasan por una desagradable
situación anímica; asustados, desanimados, enfadados o encerrados en sí mismos,
la reflexoterapia produce una relajación suficiente que permite cambiar su
estado emocional. Este cambio les capacita para que puedan recibir la ayuda que
necesitan, tolerar y aceptar mejor la enfermedad y su tratamiento.
Fuente: kingcountyparks, CC, Flickr Camino de reflexología podal |
Niños y padres pueden sufrir un estado de
shock emocional impidiéndoles reaccionar para resolver problemas que se van
presentando. El tratamiento de las zonas reflejas de los pies aporta un
lenguaje diferente, útil para cuando fallan los demás canales de intercambio.
Tanto niños como padres se interesan en el aprendizaje,
enseñándoles algunas maniobras de la terapia a los padres, los niños les ayudan a promover el
contacto y a disminuir la impotencia de los padres ante la enfermedad.
Mientras en niño recibe el masaje, según su
edad, se le permite jugar, leer, dormir, mirar la televisión, y hablar,
proporcionando un espacio muy adecuado para exteriorizar los problemas. Con los más pequeños, hasta 4
o 5 años, se plantea como una diversión, acompañada de canciones y juegos,
donde los pies pueden ser los muñecos o juguetes. A partir de los 6 o 7 años,
el contacto físico permite una aproximación para que el niño exprese sus
necesidades, carencias y deseos.
La reflexoterapia reequilibra los órganos del
cuerpo, ayudando a encontrar el ritmo correcto y activa el sistema de defensas,
facilitando combatir cualquier desarreglo que le afecte, facilitando al cuerpo
a recuperar su funcionamiento natural.
Fuente: Edgar Barany, CC, Flickr |
No hay comentarios:
Publicar un comentario